Después de algunos años de negociaciones con diferentes responsables del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, al final lo consiguieron.
Así, los autónomos podían comenzar a cotizar por esa nueva contingencia. Un año y cuatro meses después, estas cotizaciones no terminan de asentarse entre los autónomos.
Según los datos ofrecidos por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), en febrero pasado 644.133 trabajadores por cuenta propia cotizaban voluntariamente para tener cubiertas sus prestaciones por accidente de trabajo y cese de actividad (el pago de cotizaciones profesionales es obligatorio para poder cotizar por desempleo). Esta cifra representa solo el 21% del total de autónomos inscritos en la Seguridad Social.
UPTA piensa que esta cantidad es poca, si bien da importancia a que después de los primeros meses en vigor, el número de afiliados ha aumentado en más de 100.000 en algo más de un año, lo que supone un ritmo de crecimiento del 20%.
Según el presidente de UPTA, Sebastián Reyna, la causa del poco volumen de autónomos que cotiza por esta contingencia se debe a la falta de información sobre el sistema. A esto hay que añadir, la falta de información estadística del Ministerio de Empleo y Seguridad Social respecto al el número de trabajadores autónomos que cobra esta prestación.
El pasado mes de noviembre fue el primero en el que ya hubo trabajadores con derecho a comenzar a cobrar esta prestación, ya que la norma exige una cotización mínima de doce meses para poder cobrar durante dos meses esta ayuda.
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